Angela Davis
Por Ana Paola Audelo Argote
Angela Davis nació en 1944 en Birmingham, Alabama. A este lugar le llamaban “Dynamite hill” (colina dinamita), pues había un gran número de asaltos por parte del Ku Klux Klan a casas de familias afroamericanas. Eran momentos muy difíciles para las personas afroamericanas y de hecho su madre también fue una activista a favor de los derechos civiles.
Angela asistió a una escuela segregada en Birmingham, donde la educación era muy mala. Sin embargo, cuando tenía 14 años se le otorgó ir a Nueva York para estudiar en una escuela progresista, donde sus profesores le permitieron abrirse camino al estudio del socialismo y se unió a una organización juvenil marxista llamada “Advance”.
En 1961 se matriculó en la universidad para estudiar francés en Boston. Tiempo después pudo viajar a Europa, donde compartió ideas y diálogo con muchos jóvenes acerca de lucha, cambio y revolución. Cuando regresa a Estados Unidos, recuerda la lucha por los derechos civiles que se llevaba a cabo en Birmingham después de que cuatro mujeres jóvenes son asesinadas en la explosión de la Iglesia Baptista de Birmingham en 1963. Este hecho marca de manera permanente su manera de pensar y su camino.
Después de graduarse en 1965, se va dos años a Alemania para estudiar filosofía en la Universidad de Frankfurt. Asistió a clases de personajes importantes de la Escuela Crítica de Frankfurt que tenían un pensamiento influenciado por Marx y el socialismo. Sin embargo, regresa a Estados Unidos en 1967 para trabajar con Herbert Marcuse, perteneciente a la Escuela de Frankfurt, en la Universidad de California. En el mismo año se une al Comité Coordinador Estudiantil No Violento y al Partido de las Panteras Negras. En 1968 se une al Partido Comunista Estadounidense.
En 1969 va a Cuba y le impacta la Revolución. Es a partir de este viaje que concluye como la lucha a favor del socialismo y contra el racismo no pueden ser luchas separadas. Cuando regresa de su viaje, el FBI informa a las autoridades de la Universidad de California que Angela era miembro del Partido Comunista Estadounidense, por lo que fue despedida. Esto fue reprochado por la comunidad universitaria y se alzaron en protesta.
Angela participó activamente en la campaña por la mejora de condiciones en las cárceles. Durante estos momentos hubo fuertes enfrentamientos entre la afroamericanos y la policía. Por ciertas razones, Angela se vio obligada a fugarse después de que algunas armas usadas durante el asalto a una corte fueran registradas a su nombre. Dos meses después fue arrestada y, mientras estuvo en la cárcel, siguió siendo políticamente activa. En 1971 publicó su libro Si llegan por ti en la mañana: vendrán por nosotros en la noche. El encarcelamiento de Angela movilizó a muchas personas y la campaña “Free Angela” (liberen a Angela) fue uno de los movimientos más importantes en los años 70. Hasta 1972 fue absuelta de todos los cargos y declarada inocente.
Durante su tiempo en la cárcel, Angela reflexiona sobre la supervivencia a la que se tienen que atener las personas privadas de libertad, sobre todo en el sistema carcelario. Es por esto que la abolición de las cárceles es un eje fundamental en su teoría antirracista y feminista. Para Angela es importante entender que hay una relación entre las diferentes formas de violencia de género y la violencia estatal; la violencia que se da a escala individual y la violencia en guerras y cárceles que proviene de la policía.
Angela es una de las mayores exponentes del feminismo negro y la interseccionalidad. Para ella es fundamental que, junto con la superación de la opresión de género, también se lleve a cabo la superación del racismo, fascismo y explotación económica. Es importante un feminismo que incluya a todos los márgenes, es decir, un feminismo “holístico”. Angela escribe sobre todo esto en su libro Mujeres, raza y clase.
Hoy agradecemos a Angela el seguir luchando hoy en día y ser una voz importante del feminismo interseccional.
Hoy admiramos la fuerza de Angela y su búsqueda repetitiva por la libertad de todas y todos.
Bibliografía
https://www.eldiario.es/desalambre/angela-davis_1_1874142.html