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¿Por qué se le dice salir del clóset?

¿Por qué se le dice salir del clóset?

¡Hola! Es un gusto saludarles y espero que todas las personas que nos leen se encuentren muy bien. Mi nombre es Lorena, hablemos sobre la expresión “salir del clóset”. Seguramente la han escuchado, empleado o incluso vivido alguna vez. Descubrirás cómo surge y qué significa para la Comunidad LGTBQ+. 

Empecemos con  el origen de esta expresión. En 1960, en la literatura no se empleaba la expresión como tal de “salida del clóset”. Se refería a la “salida” de un hombre gay a su presentación oficial en grandes manifestaciones colectivas. Por lo tanto, no había “armarios” en estas “salidas” iníciales, ni alusiones al secreto de la homosexualidad. A su vez, derivada de otra expresión anglosajona “to have a skeleton in the closet”, traducida como “tener un esqueleto en el armario” que quiere decir “tener algo vergonzoso que no se quiere hacer público”.

El clóset o armario, representa aislamiento, ocultación y miedo al rechazo. Lo cierto es que la existencia de este “clóset” nos dice que las personas automáticamente asumen que sus hijos, familiares, gente que conocen son heterosexuales, casi como si fuera de ley. Entonces, podríamos decir que este clóset no es aquello en lo que las personas de la Comunidad LGTBQ se encierran, sino que la sociedad misma las encierra a causa de la heteronormatividad, los prejuicios y  su homofobia.

Salir del clóset es algo que las personas heterosexuales no han tenido que hacer nunca, porque nunca han sido rechazadas y no esperan una mala reacción de la familia y la sociedad al respecto. La comunidad LGTBQ han pasado por momentos difíciles más allá de la autoaceptación, sino que también la aceptación y respeto por parte de las personas que las rodean e incluso esta salida del clóset la pueden llegar a experimentar muchas veces. 

Antes salir del clóset era visto como algo muy malo, como una decepción y vergüenza. Hoy en día se ha convertido en un canto a  la libertad, a dejar atrás miedos y complejos, sacar valentía y dar el gran paso que cambiará tu vida para encontrarte contigo misma como persona y presentarte ante la sociedad, así, como  realmente eres.

Es muy curioso el hecho de tener que comunicarlo como si tuvieras “gustos especiales o raros” y no que sea lo natural. Cuando tienes pareja, ‘la normalidad’ es decirles a tus padres: “papá y mamá, tengo novio o novia” siendo hetero-normativo/a. Pero el colectivo LGTBIQ+, aún teniendo padres y madres abiertos de mente, tiene miedo de contarles que se sienten atraídos por personas del mismo sexo.

Lo cierto es que no debería haber ningún armario del cual salir. La única persona ante la que tienes que salir del clóset es contigo misma. Sin duda es una transición lenta y requiere de mucha fortaleza como cualquier decisión importante en la vida. Es una decisión propia comunicar tu orientación erótico-afectiva y no debemos juzgar a las personas que lo hagan o presionar a las que aún no deciden “salir”. 

Más que nada se necesita que las familias creen un clima de protección y respeto. Hablar y reconocer a la diversidad y no asumir la heterosexualidad de sus hijos e hijas. El cariño no se debe ver mermado por la sexualidad que decidan porque somos libres de ser quien nos nace ser y de amar a quien queramos. Sigamos luchando por la igualdad y que algún día no existan estos armarios. Tenemos que aceptar y abrir nuestras mentes porque todas las personas somos diferentes y todas merecemos sentirnos libres de expresar nuestro verdadero ser.

Muchas gracias por leerme y que tengan una excelente semana.