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La revolución feminista sobre ruedas.

La revolución feminista sobre ruedas.

Por Ximena Reyes 

La historia de la bicicleta se remonta al año 1817, cuando esta no era más que una barra que unía dos ruedas, pero 53 años después el objeto que conocemos hoy comenzó a tomar forma al incorporarle pedales que permitían el movimiento. Desde entonces la bicicleta no solo ha servido como un medio de transporte fundamental, sino que jugó un papel vital en la lucha por los derechos de la mujer: cómo dijo la sufragista estadounidense del Siglo XIX Susan B. Anthony “La bicicleta ha hecho más por la emancipación de la mujer que cualquier cipf-es.org otra cosa en el mundo” 

Toda mujer del Siglo XIX que pedaleara una bicicleta estaba desafiando las normas de la época que encasillaban a la mujer al establecer lo que podían hacer y lo que no. No solo se convertían en personas de dudosa moral, sino que eran víctimas de pedradas, insultos y agresiones diarias. Por otro lado, los médicos de la época establecieron que el ciclismo era dañino para la mujer, relacionándolo con efectos como la esterilidad, el aborto y trastornos nerviosos. 

“La bicicleta llegó a manos de las mujeres antes que su derecho a votar, transformándose en un aliado para obtenerlo”
-Daniela Suau

Andar en bici era complicado con la vestimenta femenina de la época. Imagina pedalear con un apretado corsé y un pesado vestido que, por la ropa interior, pesaba aproximadamente seis kilos. En 1851 se popularizó entre las ciclistas unos pantalones bombachos llamados bloomers, de inspiración oriental, que facilitaron el movimiento al pedalear, al ser mucho más cortos que las faldas largas que se solían usar, y que fueron recibidos con gran rechazo por parte de la sociedad al ser considerados pecaminosos. Esto no impidió que, a su tiempo, la nueva vestimenta de las ciclistas revolucionara completamente los estereotipos de feminidad. 

Además, la bicicleta les permitió a las mujeres movilizarse de manera libre sin depender de los hombres y poder asistir a lugares que antes les era prohibidos. Y aunque al comienzo solo las mujeres de clase alta podían permitirse montar una bicicleta debido a su elevado precio, este fue disminuyendo y a su vez el ciclismo se popularizó para todas las clases sociales, poco a poco la imagen de la mujer en una bicicleta dejó de ser extraña. 

El género femenino había conquistado el ciclismo, un terreno que antes se le había negado, y eso solo era el comienzo de la historia. 

Referencias:

Ávila, L. & García, T. (2020) Por qué la bicicleta es una aliada feminista. La Tercera. Recuperado de https://www.latercera.com/paula/por-que-la-bicicleta-es-una-aliada-feminista/

Campos, A. (2018) La bicicleta y la emancipación de las mujeres. National Geographic. Recuperado de https://historia.nationalgeographic.com.es/a/bicicleta-y-emancipacion-mujeres_12597

Bernal, J. (2020) La bicicleta, la aliada de las mujeres en su lucha. Señal Colombia. Recuperado de https://www.senalcolombia.tv/deportes/historia-mujer-y-bicicleta