Donate
Día de Muertos: Una tradición de otro mundo

Día de Muertos: Una tradición de otro mundo

Por José Castillo

Es bien sabido que mientras en los países anglosajones (Canadá, Estados Unidos, Irlanda y el Reino Unido) se festeja el Halloween o la noche de brujas, en México, celebramos a la muerte como una tradición rica en cultura.

El motivo de este día inicia en la época prehispánica, ya que la cultura mexica contenía fechas específicas en su calendario que consistía en varios periodos del año para celebrar la muerte, resaltando a los más importantes en las épocas de la cosecha en los meses de septiembre y noviembre. 

Esta cultura creía que la vida seguía en el más allá, y que existían cuatro “destinos” para aquellas personas:

  • Tonatiuhichano “casa del sol”: era el sitio al que iban los guerreros muertos en batalla, las personas capturadas para el sacrificio y las mujeres embarazadas.
  • Tlalocan: un tipo de paraíso al que llegaban todas las personas que morían por el agua.
  • Chichihualcuauhco: un espacio destinado para las infancias, ahí eran amamantadas por un enorme árbol nodriza hasta que “volvieran a nacer”.
  • Mictlán: el reino de los muertos y destino de las personas que fallecían por causas no relacionadas al agua, la guerra o el parto.

Todo esto significó, incluso con la llegada de los españoles a México, una importante revelación, ya que esta celebración coincidía con la festividad del día de todos los santos, vinculando ambas fechas en el mismo mes. Esto terminó en una gran modificación del día de muertos, puesto que los europeos reemplazaron las antiguas costumbres como el consumir postres con forma de huesos que derivaron en el famoso pan de muerto y las calaveritas de azúcar.

Se introdujo el popular altar conocido como la “ofrenda”, símbolo de la tradición mexicana, incluyendo veladoras y cirios. También se encuentra, por supuesto, las decoraciones con veladoras, que, junto con la flor de cempasúchil, iluminan el camino para que lo recorran tus seres queridos. 

En este caso, esta flor cobra un valor inigualable, ya que se tiene la creencia de que, al ponerlo en tu ofrenda, le muestras el camino a la tierra de la vida por un día, ya que, en la antigüedad, este camino llegaba desde la casa de las familias hasta el panteón donde descansaban.

No olvidar el papel picado, componente importante del altar; la sal, que ayuda a que el alma de tu ser querido no se corrompa durante su estancia en la tierra; un vaso de agua para saciar su sed después de un largo recorrido y claro, los inciensos, que emanan una fragancia para purificar la estancia.

La ofrenda, junto con el Día de Muertos, aún conserva su relación al día de hoy con las tradiciones mexicas, honrando a los seres queridos. Ya sea que vivas en otro estado y la costumbre del altar sea diferente, como en Oaxaca, donde lo realizan en el panteón, o en Puebla, donde se pone un altar de color blanco con figuras de ángeles que van de los tres a cinco niveles, esta tradición nos une para recordar a los que ya no están aqui.

En el año de 2008, la UNESCO declaró a esta festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Es por esto que esta tradición nos ayuda a conservar el valor más importante que nos identifica como una sociedad mexicana: una celebración al recuerdo, acompañado de una grato recuerdo sobre el olvido. 

Fuentes.

https://www.gob.mx/inafed/articulos/dia-de-muertos-tradicion-mexicana-que-trasciende-en-el-tiempo

https://www.gob.mx/inafed/articulos/dia-de-muertos-tradicion-mexicana-que-trasciende-en-el-tiempo