Donate
Detrás del grito latinoamericano: Ni una menos

Detrás del grito latinoamericano: Ni una menos

Por Andrea E. Carrillo Lozano

El movimiento feminista en América Latina es reflejo de una lucha tanto diversa como compleja. La pluralidad y dureza tanto de realidades como de fenómenos─políticos y sociales─ que atiende su lucha han hecho que su diversidad sea el emblema de su unidad. El caso del movimiento Ni una menos es sólo un ejemplo de ello. Por eso hoy haremos un recorrido histórico por los orígenes y expansión de este famoso lema que se ha vuelto una máxima del movimiento feminista hispanoamericano, principalmente. 

La primera alusión a esta frase se puede rastrear a principios de los 2000, cuando la mexicana Susana Chávez (1974-2011) ─poeta y activista defensora de los derechos humanos de las mujeres─ salía a protestar: «Ni una mujer menos, ni una muerta más». La poeta buscaba denunciar los asesinatos sistemáticos ocurridos en Ciudad Juárez, Chihuahua, su lugar de origen. 

Desde 1993 se reportó un aumento de homicidios y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez. Pero fue hasta el 6 de noviembre del 2001 cuando un obrero, al cruzar por uno de los campos de algodón baldíos (remplazados en los 60’s por las maquilas), se encontró con el cuerpo en descomposición de una mujer. Al avisar a las autoridades y examinar la zona se encontraron 2 cuerpos más de mujeres que, a la mañana siguiente, ampliando la búsqueda, se les sumaron otros 5. Es en 2009 cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos acusa directamente al Estado mexicano por su falta de seguimiento de dichos feminicidios, abriendo el caso del Campo Algodonero. Este acontecimiento marcó una pauta en temas de violencia de género en México. 

Desafortunadamente, tan sólo 2 años después Susana Chávez es violada, mutilada y asesinada en esta misma ciudad. 

La frase Ni una menos cobró fuerza volviéndose no sólo un lema, sino un colectivo y hasta un movimiento social en Argentina y, posteriormente, a nivel internacional. Sin duda es importante recordar algunos hechos que detonaron este gran movimiento feminista. Fue 2015 el año en que se rompió el silencio en Argentina tras dos feminicidios que fueron bastante nombrados. El primero fue el de Daiana García, el cual incitó a que escritores, periodistas, activistas y artistas convocaran a la gente en la Plaza Spivacow el 26 de marzo de dicho año.  El objetivo era hacer un maratón de lectura, proyecciones y performance en oposición al feminicidio bajo la consigna Ni una menos, otorgada por la activista Vanina Escales

El segundo fue el de Chiara Pérez, quien pasó a ser la gota que derramó el vaso de la indignación nacional. Así fue como a partir del 11 de mayo, fecha en que se anuncia el crimen de Chiara, comenzaron a organizarse para salir a llenar las calles el 3 de junio de 2015 en distintas ciudades de Argentina. Es esta marcha la que lleva como lema la frase del tan resonado hashtag: #NiUnaMenos. Este movimiento dio pie a marchas posteriores con lemas como #VivasNosQueremos y #AbortoLegal.

La conjunción entre la fuerza que adquirió esta movilización y la falta de visibilización de la violencia hacia la mujer en otras partes de Latinoamérica, fue lo que impulsó a las mujeres en países como Chile, México, Perú, Ecuador, Colombia, entre otros, a salir a marchar denunciando feminicidios, así como exigiendo justicia para todas. 

Como vimos este movimiento no fue gestado únicamente en redes sociales, sino que fue producto de una lucha que refleja el despertar y florecer del feminismo en Latinoamérica. Un movimiento que tiene un trasfondo que refleja tanto la movilización como la necesidad de las mujeres latinoamericanas por un reconocimiento de sus derechos humanos. Aún queda un largo camino por andar, pero conocer el trasfondo de cada lucha nos permite valorar los pasos ya dados y nos incita a volvernos partícipes, tanto hombres como mujeres, de este proceso de deconstrucción social.

Referencias: